La crítica The Economist a la Argentina: por qué es el ’’caso patológico’’ de los males de América Latina
La sede de Creditas es una elegante torre de vidrio cerca del camino de circunvalación de San Pablo, llena de terminales de computadora, esculturas a la moda y asientos hamaca para relajarse. Las oficinas tienen espacio para 2700 trabajadores. La firma la diseñó antes de la pandemia, cuando tenía 1200 empleados. Ahora tiene 4000, casi un quinto de ellos programadores digitales, los cuales algunos residen en México y España.